Los dos soldados, que resultaron quemados en el desfile realizado por el aniversario de Sullana, ya se encuentran internados en el Hospital Militar de Lima, mientras en la Perla del Chira, Inspectoría del Ejército continúa buscando a los posibles responsables de este lamentable hecho, que conmocionó a la provincia.
Como se informó, la tarde del domingo Jhonatan Juárez Dioses (20) y Gean Hover Calle Herrera (21), integrantes del Escuadrón de Fuerzas Especiales del Regimiento de Caballería Blindado N° 17 Ejército Peruano, fueron alcanzados por las llamas de una bengala en momentos que hacían la prueba de valor en la pista de desfile de la avenida Champagnat.
En horas de la noche del mismo día, según comunicado ofrecido por la I Brigada de Caballería, los soldados fueron traslados vía aérea hasta el Hospital Militar Central de Lima, donde reciben tratamiento especializado.
“Han sido internados en la Unidad de Cuidados Intensivos para recibir un tratamiento especializado, debido a que en Piura no hay una unidad especial para quemados. La situación de ambos es estable”, señala el comunicado.
En los próximos días, Inspectoría del Ejercitó enviará un informe donde detallará todo lo sucedido en este lamentable accidente. Trascendió que el comandante de la Unidad, sería removido de su cargo.
También, informaron que un familiar de cada soldado viajó ayer hasta la ciudad de Lima para estar cerca de ellos. El Ejército corre con todos los gastos que demande el tratamiento, se informó.
“Quiero ver a mi hijo”
Betty Herrera Ramos, madre del soldado que presenta más del 80% de su masa corporal quemada, se mostró muy preocupada por la situación de su hijo, más aun cuando en un primer instante le comunicaron que había fallecido.
“En la tarde (ayer) estoy viajando. Quiero ver a mi hijo. Quiero saber cómo está porque hasta ahorita no lo he visto. Primero me dijeron que se había desmayado, pero luego me contaron la verdad”, dijo entre lágrimas la desesperada madre, quien en su vivienda se la manzana N, lote 19 de la Urb. Salaverry, recibía a sus familiares y vecinos que llegaban a expresarle sus muestras de solidaridad.
Herrera dijo que en un principio los del Ejército del Perú rechazaron a su hijo por tener un problema en la vista, además de tener una cicatriz en su brazo producto de un accidente. Sin embargo, meses después un alférez lo ayudó y lo hizo ingresar.
Su hijo que concluyó sus estudios secundarios en el Colegio José Dioses Torres y luego quería seguir sus estudios de Computación e Informativa.
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