Zorritos, radiografía de un accidente

Fuente: Viajeros On Line (Vol)

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El derrame de petróleo en el mar de Zorritos en Tumbes aún no tiene responsables luego de poco más de un mes. La población está desinformada sobre las consecuencias y las autoridades sujetas a que los estudios científicos concluyan el nivel de contaminación. La verdad sobre lo ocurrido el 30 de enero está recubierta de muchos datos contradictorios. El tiempo parece tener la última palabra, como siempre. Adjuntamos en PDF el resultado del estudio de ORCA en la zona.

Rubén Cornejo es pescador hace más de veinte años en Caleta Grau, cerca de donde se produjo el derrame de petróleo en Tumbes. Su idiosincrasia le hace deducir que al no haber efectos negativos evidentes para él o no “hubo derrame”, o “fue poquito, nada grave”. Esta deducción podría ser vista como irracional o apresurada, y quizá lo sea. Pero, más allá de la facilidad con que se dicen las cosas, dicha opinión denota la mediocridad de los flujos informativos y educativos en torno al siniestro del 30 de enero en Zorritos.

Pero, cómo exigirle a un poblador, más a uno bisoño en reclamar sus derechos, estar bien informado cuando los datos existentes son contradictorios. Desde el día del suceso, las cifras sobre los barriles derramados, extensión de la mancha y personas siniestradas fueron diversas. Según BPZ, responsable de la explotación de petróleo en Zorritos, el número de barriles perdidos habría sido 7.500 y 12 los heridos. Luego se reduciría la cifra a 1.300, pero el número de heridos crecería.

Según testimonios captados por nuestra corresponsal en la zona del desastre, los pescadores que ayudaron en las labores de rescate mencionaban cifras más altas, incluso, hablaban de cadáveres. BPZ comunicaría, dos semanas después, la muerte de un operario. Hoy se maneja la cifra de 16 heridos y 3 muertos, pueden ser más.Ahora bien, en cuanto a la extensión de la mancha parece que los datos diversos tienen más fundamento, visto que el derrame aumentó con el paso de los días y con la inoperancia (si es que existió) del Plan de Contingencia.

Se habló de 40 metros de derrame, hoy se calcula en consenso una mancha principal de 16 kilómetros por 25 metros de ancho con rumbo sursuroeste, para beneplácito de la impunidad y la inacción. El mencionado Plan de Contingencia, o algo parecido, fue “implementado” casi cuatro horas después de la explosión. Se trataba de un sistema de boyas y de dispersantes que fragmentaban la mancha. La Capitanía de Puertos y autoridades regionales de Energía y Minas, como el Ing. José Luna, avalaron en todo momento tan oportuna medida. Lelis, un trabajador de la langostinera INYSA en Caleta La Cruz (cerca a Zorritos), afirma con toda seguridad que contaminación no existe. “Así hubiera petróleo este flota”. La voz popular en la zona convierte el asunto en pura ficción.

Hasta la fecha, tres estudios han arrojado resultados concretos al respecto. Uno, obviamente, de BPZ – a cargo de Clean Caribbean And Americas – que indica que las aguas superficiales no representan peligro para la vida marina. El segundo, preliminar a cargo de la DIGESA, confirma estos datos. Sin embargo, la ONG ORCA elaboró un estudio paralelo e indicó que hay playas del norte cuyo ph acuoso se alteró tras el derrame, además relató la aparición de especies varadas con signos de bioacumulación (envenenamiento). Dos estudios, más específicos y profundos, están por dilucidar con más eficiencia el dilema. Uno está a cargo de IMARPE y el otro es responsabilidad del Colegio de Biólogos de Tumbes.

“Lo que vamos a hacer es contrastar los diversos resultados para llegar a una conclusión objetiva”, dijo Aldo Aguirre, ingeniero en jefe del Inrena – Noroeste y miembro del comité de monitoreo que se formó días después de la explosión y el derrame. Dicha comisión multisectorial es la voz autorizada, y al parecer más confiable, para emitir juicios, en vista que reúne a todos los afectados.

De esta comisión participó Otilia Aguirre, representando a Osinergmin, organismo regulador de las actividades extractivas. Lo que dictaminó en vista de las circunstancias fue la suspensión de actividades de BPZ hasta aclarar el problema. Sin embargo, pudimos observar en el muelle Acapulco, al sur de Zorritos, cómo personal de BPZ cumplía con el cambio de guardia normal, luego de dictada la resolución. A esto, la petrolera estadounidense responde que lo que están haciendo es reparar algunas fallas producto de la explosión. Ante la falta de supervisión efectiva su declaración no puede ser refutada.

Ahora, el problema secundario radica en ver cómo afecta este hecho a la vida de la gente, o por lo menos a sus actividades vitales. Aniana Ho, directora de la Dircetur Tumbes, indica que pese a que se han reportado extraoficialmente descensos en los flujos turísticos no hay datos que corroboren esta realidad, salvo la disminución de los ingresos del Ecuador a Tumbes, “lo que no es relativo concretamente al derrame”, puntualizó.

Pobladores locales afirman que el turismo “está como todos los años”, pero la Caretur considera que sí existe una disminución, lo mismo que Wagner Quispe, primer regidor de la municipalidad de Zorritos, comuna que solicitó para BPZ, en caso sea la responsable directa del suceso, una multa de 10 UIT (S/.34.450) en favor de los afectados.

La pesca sí ha disminuido, aunque también han aparecido peces de aguas profundas como la angelota y el peje blanco. Algunos pescadores se sienten satisfechos con “parar la olla”, o sino argumentan que es “temporada baja”; pocos asocian el bajón al derrame de hace un mes. Mientras tanto, solo queda esperar resultados científicos y conclusiones.

También la buena voluntad de las autoridades en comunicar lo sucedido a la población involucrada a fin de crear una ciudadanía efectiva. Ojala que el petróleo no contamine irreversiblemente el océano, y que las manchas que se vieron en Cancas, a orillas del mar, sólo sean falsa alarma. Parece que sólo el tiempo tiene la última palabra. 

Texto por: Alcides Hoyos

Fotos por: Carlos Sanca

3 comentarios

  1. El daño es mas duradero que la mancha que se ve.los efectos son devastadores y lo que es peor «no hubo eefecto sobre las autoridades» no solo para actuar ante este hecho, sino, para evitar qe se repita en el futuro.

  2. Lastimosamente las autoridades y personas involucradas en defender los recursos naturales de esta zona presumo no conocen del tema o existen otros intereses.
    1.- Se debe determinar inmediatamente los responsables de este daño ecológico (obviamente bpz-marina de guerra)
    2.- Donde esta el Plan de contingencias para este tipo de derrames de la Empresa BPZ
    3.- SOPEP (Plan de contingencia del propio barco)
    4.- A todas luces negligencias que no se podran reparar con todo el dinero del mundo
    La zona afectada es dificil de calcular, la corriente de agua de mar que predomina en esta zona es la ecuatorial, es decir que viene de norte a sur, todos los daños han sido en nuestro Litoral, o preguntese Ud. el por que de peces varados en la Caleta de Cabo Blanco.
    Se debe pedir apoyo a organizaciones como Mundo Azul para su estudio.
    Gustosamente estoy a su disposicion para opinar sobre negligencias muy saltantes como la correcta aplicación de una barrera de contención en la zona de desastre.

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